El Solid Surface es un novedoso material dado que se ha popularizado especialmente en los últimos años, pudiéndolo encontrar en más sitios de los que nos imaginamos; desde los asientos y mesas de los locales, hasta mostradores y baños públicos.
El primer Solid Surface lo desarrolló la reputada marca suiza ‘DuPont’ y cuyo nombre comercial es ‘Corian®’. Lo sorprendente es que a pesar de ser un producto que percibimos como bastante novedoso, lo cierto es que fue lanzado en 1967. Actualmente, casi medio siglo después, la marca ‘Corian®’ sigue siendo líder, pese a los fuertes competidores que han surgido recientemente, y una gran parte de ese liderazgo es gracias a la continua aportación de innovaciones que enriquecen las ya infinitas posibilidades de este increíble material.
El Solid Surface cuenta con excelentes propiedades que lo hacen único como la dureza, resistencia, higiene y homogeneidad en la composición que no deja indiferentes a interioristas y arquitectos, quienes aprovechan todas sus propiedades introduciéndolo en muchos de sus proyectos.
Solid Surface: características y componentes.
El conjunto de ingredientes que conforman este material los encontramos divididos en distintas proporciones según tengan más o menos presencia. En primer lugar y como principal, nos encontramos con ATH o “relleno”. Este componente es de origen natural y se obtiene a partir de la refinación de otro material derivado de la arcilla, la bauxita. La arcilla se caracteriza por resistir a los golpes e impactos y por ser fácilmente moldeable y es en parte por este componente que el Solid Surface cuenta con esas características también.
El segundo componente principal del que está compuesto este material es un conjunto de resinas acrílicas y poliéster. Estas resinas son termomoldeables, es decir, conforme aumenta su temperatura más fácil es su moldeo. En el caso del poliéster, este se utiliza por su alta durabilidad.
Por último y en menor proporción, el Solid Surface contiene aditivos con el fin de mejorar su eficiencia y colorantes según el color que se prefiera.
Propiedades del Solid Surface
No es tan especial y llamativo el material como lo son sus magníficas propiedades. Además de que los procesos de reparación y limpieza son notablemente sencillos, el Solid Surface es un material consistente y totalmente uniforme en su composición.
Fácilmente moldeable
Como antes se mencionaba, gracias a las características de sus componentes, es fácilmente moldeable. Por otro lado, la unión de sus piezas se realiza con juntas casi imperceptibles para que la sensación que transmita sea de una sola pieza, permitiendo una infinidad de diseños.
Impermeable y Denso
Aunque a día de hoy no se ha encontrado un material con estas características, el Solid Surface es lo más parecido. Esta propiedad define su bajo riesgo de producir reacciones alérgicas además de no retener la humedad y en consecuencia las bacterias que conlleva.
Por ello, siempre encontraréis este material en lugares donde la higiene es de máxima prioridad como cocinas, laboratorios, etc.
Incombustible
A diferencia de la madera, el solid surface es resistente al fuego y no por ello menos estético. Cumple la visión funcional y el atractivo visual.
En qué proyectos emplear Solid Surface
Cada vez son, y serán más, los espacios donde encontramos este material. Por ahora, arquitectos, interioristas y decoradores hacen una división entre proyectos de interior y de exterior para clasificarlos de manera más fácil.
En el caso de espacios exteriores, el Solid Surface se aplica, por ejemplo, en las marquesinas, bancos para descansar que encontramos a lo largo de la ciudad, o fachadas de edificios completos.
En el caso de zonas interiores, este material se puede utilizar para revestir paredes o incluso como suelo, pero donde verdaderamente tiene presencia el Solid Surface es en todos aquellos edificios públicos y relacionados con la salud y la alimentación.
Sin duda, se trata de un material con infinitas posibilidades funcionales y estéticas.
